La evaluación aplicada a Minera Centinela consideró el compromiso energético existente en los avances constructivos del Proyecto.

Con resultados positivo culminó la auditoría de seguimiento del Sistema de Gestión de Energía, en el marco de la norma ISO 50001. El proceso, liderado por Bureau Veritas, cerró el segundo ciclo de certificación sin observaciones ni desviaciones, confirmando la solidez del sistema y el compromiso transversal de la organización.

El proyecto de expansión de la compañía –conocido como Nueva Centinela– fue parte de la evaluación, compartiendo las acciones implementadas en sus distintos paquetes verticales para mantener el estándar corporativo en materia energética.

“Estamos agradecidos por el apoyo del equipo del PV2 y de la gerencia de Servicios de Soporte a la Operación de Minera Centinela que fueron liderados por Carlos Figueroa, ingeniero senior T&D para ser parte de la auditoria de eficiencia energética del año 2025. La implementación del estándar corporativo sigue vivo en el proyecto, con las iniciativas definidas desde la etapa de ingeniería de factibilidad y actualmente están en su fase de construcción” destacó Jorge Cuturrufo, superintendente de Energía Transmisión y Distribución de Nueva Centinela.

Auditoría

Durante la visita, el auditor Luis Correa, destacó el liderazgo de la dirección y el trabajo técnico desarrollado en el modelamiento, proyectos e identificación de mejoras. “La Compañía cerró un buen ciclo y cuenta con todas las condiciones para iniciar uno nuevo con mayores exigencias”, señaló.

La certificación ISO 50001 tiene vigencia de tres años y contempla auditorías de vigilancias anuales. Como explicó la ingeniera senior de Gestión Energética, Macarena Ramírez, “el próximo año Centinela realizará la recertificación, revisando todas las áreas, y proyectos, asegurando que la Compañía pueda demostrar sus mejoras en desempeño energético frente a la autoridad y cumplir con la Ley 21.305”. 

Sobre el proceso, la líder de la gestión de eficiencia energética subrayó la colaboración entre las áreas y el avance hacia una gestión cada vez más técnica y cuantificable. “Tenemos un sistema preparado para dar el siguiente paso, con datos robustos y modelos que permiten evidenciar mejoras reales en el desempeño energético”.