La iniciativa liderada por la gerencia de Medio Ambiente apunta a darle un uso sustentable al material recolectado en faena.
La misión era demostrar que los miles de kilos de madera que mensualmente se acumulan en los patios de acopio de Minera Centinela, entre pallets y las cajas en las que vienen los componentes y repuestos, se pueden reciclar de una manera sustentable y comercialmente viable. La llamada economía circular, que es uno de los focos de la Estrategia de Cambio Climático del Grupo Minero.
Seis camiones cargados con 5,8 toneladas de madera emprendieron rumbo al Centro de Cumplimiento Penitenciario Colina 1, en la Región Metropolitana, donde se llevó a cabo un piloto de reciclaje y reutilización de esta madera. Pellet para estufas a combustión, paneles listonados y mulch (astillas o chips decorativos), fueron algunos de los productos que se obtuvieron con este material, los que fueron elaborados por los internos que participan en el taller de mueblería.
José Luis Ulloa, jefe de Gestión de Riesgos Operacionales de la gerencia de Medio Ambiente, explica el espíritu del exitoso proyecto: “Hoy no tenemos alternativas que sean rentables en el norte para tratar madera y tampoco para reciclarla. Lo que buscábamos con el piloto era una alternativa real en el tiempo, que fuera rentable para la industria -no solo para nosotros- para trabajar este material y transformarlo en otros productos que tengan un valor comercial. Apuntamos más adelante a instalar una planta en Sierra Gorda o Baquedano y ojalá involucrar a la comunidad en esto”.
Mensualmente, en promedio, en faena se generan cerca de 60 toneladas de madera, las que van a parar a los patios de acopio. La idea fue darle una nueva mirada a este material que muchas veces es considerado residuo.
Jonathan Lizama, administrador de contrato de Resiter, la empresa encargada de recolectar el material desde los puntos limpios y triturar la madera, comenta que “a la madera como materia prima se le está dando una segunda vida, llega como pallet y se puede transformar en un mueble, al que le podemos dar un valor comercial y deja de ser un residuo. Al tener un valor comercial, generamos el círculo y seguimos dándole vueltas al ciclo. Luego, del mismo mueble se puede crear otro producto como pellet y así se pueden generar infinidades de oportunidades”.
La madera reciclada se trabajó en el CCP Colina 1, el que cuenta con un taller de mueblería. El cabo segundo y encargado de esta dependencia, Héctor Silva, valoró el positivo impacto de la iniciativa: “Recibimos el proyecto de reciclaje de la minera, donde se efectuaron los distintos trabajos que se han realizado. Fue un buen proceso que influyó en la reinserción de los internos, que estaban sin trabajo hace tres años. Esto inyectó trabajo al taller que estuvo en receso por la pandemia y por el precio del material”.
Jorge Contreras fue uno de los internos que trabajó en la elaboración de los nuevos productos a partir de la madera reciclada en faena: “Nos trajeron un montón de madera, básicamente pallets, los fuimos seleccionando y dependiendo de la calidad que tenían, evaluamos en qué se podían utilizar. Finalmente llegamos a productos de buena calidad y considero que fue una buena experiencia. Damos las gracias a Centinela por la oportunidad que nos brindan”.
¿Qué viene ahora? José Luis Ulloa adelanta que el proyecto avanzará hacia su segundo objetivo, que es validar un modelo de negocio que sea rentable y sustentable en el tiempo, con el propósito de instalar una pequeña planta de reciclaje en la región, de preferencia en la comuna de Sierra Gorda, “la que se transforme en la alternativa de tratamiento para estos residuos en la zona norte y para que impacte positivamente a la comunidad y contribuya al desarrollo del territorio, promoviendo así la economía circular”.
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