De trabajar en el área de servicios de alimentación pasó a operar uno de los equipos más importantes del carguío gracias a las oportunidades de desarrollo que entrega la Compañía.

Buscando un mejor futuro para su familia, Yasna Farías (37) ingresó al rubro minero a través de una empresa colaboradora que prestaba servicios de alimentación en la antigua operación de Tesoro. Hoy, 11 años después, es la primera mujer de Minera Centinela en manejar un cargador frontal CAT 994H, un hito que nunca imaginó alcanzar, pero del cual ella y su equipo se sienten orgullosos.

“Nunca pensé operar estos equipos, pero tuve una pequeña motivación: mi bebé. Nació él y sabía que necesitaba aspirar a algo más y acá estoy… con 11 años de trabajo, de disciplina, de intentar hacer las cosas como corresponde y aprendiendo siempre de cada uno de los equipos que he operado”, reflexiona.

Su historia es similar a la de otras mujeres que encontraron en la Compañía un gran lugar para crecer. En 2011, mientras se desempeñaba como auxiliar de casino, postuló al programa trainee de operadores y operadoras mina con la esperanza de obtener el cupo y aprender algo totalmente nuevo.

Al igual que sus compañeros, inició su trayectoria operando uno de los camiones “más pequeños”, un Caterpillar 789 y tras ganar un proceso de polifuncionalidad -y avanzar en sus acreditaciones de competencias- comenzó a operar distintos equipos dentro del rajo Tesoro hasta llegar al cargador frontal que maneja desde la línea de carguío.

“Recordarlo es súper emocionante, porque llevaba cuatro años trabajando en alimentación y nunca había visto un equipo minero. De pronto postulé, los vi y comencé a capacitarme. Primero estuve en Caex, luego pasé al aljibe y allí estuve cinco años, más o menos. Después operé la motoniveladora, estuve unos años en ese equipo y después operé el wheeldozer, hasta que me gané una polifuncionalidad para operar el cargador frontal, en el que llevo unos cuatro meses”, comenta la trabajadora.

Si bien reconoce que cada equipo tiene sus bondades y complejidades, asegura que la constancia, disciplina, responsabilidad y compromiso han sido clave para aprender, desenvolverse de forma segura y continuar creciendo hasta la posición que ocupa actualmente, mediante el proceso de desarrollo de carrera.

“La verdad, siempre tuve miedo de tomar todas las oportunidades que me han ofrecido, pero se puede porque la motivación es más fuerte que el miedo. Creo que eso y el poner siempre la seguridad primero me han permitido forjar mi camino, ya que sin seguridad al final no avanzamos, no logramos nada”, reflexiona Yasna.

Apoyo

Durante el desarrollo de su carrera -y como en el caso de muchas trabajadoras- el estar lejos de casa es la parte más difícil. Sin embargo, reconoce que encontró el apoyo de su familia, de sus compañeras, compañeros y de su jefatura.

“Me he sentido muy apoyada porque la empresa nos da la facilidad y los jefes de turno que nos han tocado, gracias a Dios, nos han entregado también su apoyo. Para nosotras las mujeres es súper difícil el tema de venirse a trabajar por turnos, por los hijos, por la familia, pero ellos (jefatura) nos han apoyado harto”, dice sobre las distintas medidas que se han implementado como parte de la política de Diversidad e Inclusión de la Compañía.

Al respecto, el jefe de turno de su cuadrilla, Rachid Manzur, comenta que “Yasna es el sinónimo del desarrollo y crecimiento dentro de Minera Centinela, además de que cuando uno hace las cosas bien tiene su recompensa. Ella posee un gran compromiso con la operación y la seguridad, y eso se refleja en el cariño que siente todo el turno por ella. Es un referente para las mujeres, un modelo a seguir para sus compañeras y también de mucho respeto y admiración por sus pares hombres”.

Mientras que el superintendente de Carguío y Transporte, Manuel Cortez destacó que “es muy significativo para la Superintendencia y la Gerencia Mina que nuestras operadoras destacadas tomen roles en equipos relevantes y de liderazgo dentro de las operaciones”.

Si bien asume con mucha responsabilidad y humildad el desafío de ser la primera operadora de carguío de la Compañía, sus anhelos y expectativas apuntan a seguir creciendo en desarrollo profesional.

“Estoy muy orgullosa de este desafío y de la oportunidad que me entregaron. Ha sido difícil, pero ahí estamos aprendiendo, cada día más para llegar a la pala eléctrica en el futuro, pero sin apuro porque como llevo poquito tiempo en el frontal, me gustaría tomar más experiencias y afirmar mis conocimientos”, apunta la primera operadora de carguío.