La imagen del santo fue trasladada desde faena a la vecina localidad para recibir los tributos de los bailes religiosos.

Con una colorida y alegre fiesta religiosa, Minera Centinela celebró el Día de la Minería junto a la comunidad de Sierra Gorda, en conmemoración de San Lorenzo, patrono de los mineros y mineras de Chile.

Este año, por primera vez, la imagen del santo que está en faena fue trasladada hacia la vecina localidad para recibir los homenajes de los bailes religiosos de la comuna y ornamentar la misa central, que se celebró en la capilla Nuestra Señora del Carmen con la presencia de autoridades locales y una delegación de trabajadores y trabajadoras de Centinela.

“Lo importante es que logramos unirnos a la comunidad de Sierra Gorda, fusionando esta expresión religiosa, que genera sentimientos de gratitud y de bendición por nuestra faena minera”, comentó el gerente de Seguridad y Salud Ocupacional, Manuel Rojas, quien participó en las actividades junto a otros ejecutivos y ejecutivas de la Compañía.

Francisco González, operador mina e integrante de uno de los bailes religiosos de Sierra Gorda, trabajó en la restauración del santo para ser llevado en óptimas condiciones a la ceremonia. “Para nosotros, que pertenecemos al Grupo Minero, es importante participar en esta actividad, presentar el santo a la iglesia y los bailes. Es bonito que se unan a esta tradición y muy valioso hacer una peregrinación hacia el poblado”, comentó el trabajador.

Alejandro Echeverría, aprendiz mantenimiento planta concentradora y también integrante de un baile religioso de la comuna, comentó que “San Lorenzo, para mí, ha sido un pilar fundamental, porque lo que le he pedido, me lo ha cumplido. Es bueno que Minera Centinela participe en esto con su santo y me motiva más para quedarme y tener un futuro laboral acá”.

La historia de San Lorenzo dice que fue sacrificado por proteger a la verdadera riqueza de la iglesia, que reside en las personas. Este relato se entrelaza con la cultura corporativa que reconoce a trabajadoras y trabajadores como el principal activo.

La representante de la Gran Diablada Caracoles de Sierra Gorda, Verónica Ramos, espera que el traslado del santo desde faena se vuelva una tradición, agradeciendo el apoyo de la Compañía, sus trabajadores y trabajadoras. “Creo que estamos todos por un mismo pensamiento que nos une hoy, que es San Lorenzo. Que sigan participando, que ojalá haya más bailes promesados y que siga esto, que viva San Lorenzo, que viva Sierra Gorda y vivan todos los bailes religiosos”.

Tras la ceremonia, el santo, que se encontraba en el ingreso del rajo Esperanza, al cuidado de los trabajadores y trabajadoras del turno 7, volverá al área para seguir bajo la custodia de estas personas preocupadas por mantener nuestras tradiciones.