Con monitoreos climáticos en línea y planes preventivos de control de condiciones, la organización protege a todos los trabajadores y resguarda la continuidad operacional.

Ante la llegada del invierno altiplánico y los eventos climáticos extremos que podrían afectar las operaciones, Minera Centinela reforzó su plan para la detección, prevención y mitigación de impactos derivados de condiciones meteorológicas adversas. Así lo contempla su Reglamento de Condiciones Climáticas Adversas, de conocimiento obligatorio para toda la organización y disponible en el Campus Centinela.

El plan preventivo considera el monitoreo constante de las condiciones meteorológicas, con reportes diarios y alertas en caso de condiciones adversas, en orden a garantizar la seguridad de los trabajadores y la continuidad operacional. Las alertas se dividen en tres niveles: alerta 1 (preventiva), alerta 2 (Restrictiva) y alerta 3 (prohibitiva).

Comunidad y abastecimiento

Asimismo, el plan involucra a la comunidad de Sierra Gorda, con la cual la organización mantiene una comunicación directa para compartir información climática y coordinar acciones en caso de emergencia.

Para enfrentar posibles cortes de ruta o interrupciones en el suministro, la Compañía, implementó medidas preventivas. El superintendente de Protección Industrial y Emergencias, Alejandro Lorca, explicó existen condiciones y acciones que permiten la permanencia de los trabajadores en faena. “Contamos con stock suficiente de alimentos y agua, además de hoteles y alojamientos para garantizar la habitabilidad en caso de contingencia.”

Asimismo, la compañía dispone de equipos y maquinaria para la recuperación de rutas afectadas por lluvias o deslizamientos, además de un sistema de respaldo eléctrico con generadores y planes de mantenimiento para garantizar el suministro en áreas críticas como alojamiento y alimentación.

Cabe recordar que cada año, en noviembre, la Compañía activa su plan de verificación de acciones preventivas para el invierno altiplánico, el cual abarca desde diciembre hasta abril. Este plan incluye una serie de acciones preventivas como la inspección de canales de drenaje, rutas de acceso, sistemas de comunicación, stock de alimentos y materiales críticos, así como el mantenimiento de infraestructura crítica, eléctrica y sistemas de producción y tratamiento de agua.