El área celebró un proceso de crecimiento, aprendizaje y transformación.

La operación autónoma del rajo Esperanza Sur cumplió cuatro años de funcionamiento, marcados por un crecimiento sostenido, avances tecnológicos y una evolución constante en la forma de operar.

Durante este período, la producción aumentó de 30 mil a cerca de 500 mil toneladas de lastre, con una dotación que se cuadruplicó, manteniendo altos estándares de seguridad.

“Hemos tenido una operación muy segura; la autonomía ha cumplido con su objetivo principal, que es proteger a las personas. Hemos avanzado y cumplido con los objetivos de tonelaje, lo que apalanca el proyecto Nueva Centinela y, además, como un proceso de entrenamiento para lo que se desarrollará allí”, comentó el supervisor senior de Operaciones Autónomas, Ignacio Ramírez.

Eficiencia productiva

El uso de la tecnología ha transformado la forma de planificar y operar el rajo, mejorando la eficiencia productiva tanto en la velocidad como en el aprovechamiento de los espacios de trabajo. Esto ha permitido mayor movimiento de material, una mejor utilización de los camiones y una significativa extensión en la vida útil de los neumáticos, que hoy alcanzan entre 6.000 y 7.000 horas de uso, superando ampliamente los promedios anteriores.

La superintendenta de Mina, Evelyn Jiménez, destacó que el aporte del equipo humano en este proceso. “Ha sido fundamental el rol de todas las áreas y su aporte para que la transformación tecnológica también sea cultural. Nuestra mayor fortaleza ha sido la capacidad de adaptación de las personas, que han asumido los desafíos con compromiso y con ganas de seguir aprendiendo. Gracias a eso, la autonomía ha avanzado y aún nos queda camino por recorrer”, concluyó.